jueves, 21 de enero de 2010
Quisiera...
A veces quisiera tener cámaras en los ojos.
¿Cómo si no podría tener para siempre la expresión de infinita felicidad de Valentina, acercándose a mí con una caja enorme que a duras penas puede cargar?, ¿cómo si no podría registrar su vocecita diciendo "feliz cumpleaños, papito"?, ¿hay alguna forma de que pueda ver luego cómo me ayuda a rasgar el papel de regalo porque yo no podría sin su ayuda?, ¿podría ver yo de nuevo sus hermosísimos ojos abriéndose redondos y grandes mientras descubro en la caja un par de zapatos?
Evelyn dejando que todo pase, aunque la otra caja de zapatos sea, según Valentina, regalo de Julito; pero él todavía no tiene conciencia de los días. Valentina reclamará luego a su mamá porque ella no me dio regalo.
La felicidad es ese breve momento en que todo parece estar en equilibrio. Este momento es de una felicidad absoluta. Mis hijos junto a mí, mi Eve junto a mí. Los cuatro completamente felices. En este momento, al amanecer, nada hay mejor, ningún lugar más acogedor que esta cama en la que todos nos apilamos. El mejor cumpleaños de mi vida. Quisiera tener este momento para siempre. Quisiera estar siempre así, o por lo menos, quisiera poder revivir este momento siempre.
Quisiera tener cámaras en los ojos.
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