El otro día decidimos hacer una 'piyamada' al estilo de Valentina, es decir, leer muchos cuentos y dormir todos juntos. Para ello unimos dos camas y así tenemos una grande en la que cabemos los cuatro. La idea es dormir a los chicos y luego pasar un rato más despiertos; sólo que yo no resisto mucho tiempo acostado y siempre me duermo pronto. Eve tarda más en conciliar el sueño, de modo que ahora también quedó despierta.
A la mañana siguiente ella me dijo: "ayer cuando entré y los vi dormidos a los tres sentí una paz, una tranquilidad... Me dije que todo está bien, que no falta nada más."
jueves, 1 de septiembre de 2011
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