El frío limeño hace estragos en la salud de mis hijos, sobre todo en la de Valentina, y este fin de semana largo hicimos una visita corta a la unidad de urgencias de un hospital: Vale tenía principios de neumonía. Así, fuimos obligados a estar en la casa.
Vale decidió 'armar' una casita en su habitación: una mesa pequeña cubierta con la cortina por un lado y con una sábana por otro. Adentro estaba ella con dos cojines, un libro y una linterna. Mejor dicho, adentro estábamos ella y yo con dos cojines, dos libros y una linterna. Allí leíamos. Sin embargo, pronto Julito también quiso entrar a la casita, pero no venía solo, sino con un dinosaurio de plástico que además de rugir, movía la linterna y no dejaba leer. Valentina resolvió desalojarlo, Julito se negó: acabó en pelea. Yo apoyaba a Vale, jeje, pero mis obligaciones de papá me imponían una solución negociada:
- Hijita -le dije al oído-, espérame un rato, voy a llevar a Julito a otro lado.
- Julito -le hablé al oído-, vamos a dibujar un dinosaurio más grande.
Y así conseguí sacar a Julio de la casita. El problema es que no pude volver tan pronto porque el pequeñuelo decidió que yo tenía que estar mirando todo el proceso de dibujo del dinosaurio. Vale seguía leyendo con la linterna y yo, fingiendo mirar el dibujo, también seguía leyendo mi libro (el tomo II de las Tradiciones Peruanas, para más señas). De repente veo el cuaderno de mi hijo y en una hoja en blanco decía "Julito". No presté atención, Valentina escribe todo el tiempo el nombre de su hermano, pero inmediatamente el niño comenzó a escribir "MAMA". Me quedé de piedra. Llamé a Eve alarmado, vino corriendo, "qué pasa". Le hago shhh con el dedo y le señalo a Julito. Ahora escribía PAPA. Eve quedó lela. Salgo disparado a buscar algo con qué filmar esto. Cuando comencé ya había escrito ABU y finalmente, TITA. Luego pasó a otra hoja, eso ya está en el video:
JULITO
MAM
PAPA
ABU
TITA